Cuando
creíamos que las televisiones no podían caer más bajo, una vez más, nos han
dado una muestra de que siempre se puede bajar más. Independientemente de su
grupo, tendencia o situación todos los canales han comenzado -desde hace ya
algunos meses- a ofrecernos en sus madrugadas, por si no teníamos bastante con
los feriantes de la “videncia”, los concursos- teletimos, y las sacapasta
eróticas, el nuevo fenómeno de los pokers, ruletas y ca-sinos (me veo obligado a escribirlo asi porque si escribo la palabra completa me insertan -sin pedirme permiso- un anuncio de ello...). No es en realidad
un fenómeno nuevo, pues desde hace ya bastante tiempo algunos canales nos ofrecían
timbas de póker, aunque el espectador no participaba en ellas y solo podía
hacer “el pipa” y uno se preguntaba “¿para qué?”. Bueno, pues ahora ya estamos viendo para qué.
Para tantear el terreno e implantarnos a continuación timbas donde si pudiera
participar el espectador y dejarse el sustento de su familia a través de la
televisión (no bastaba con que los
casinos fueran “online” había que emitirlo, que así llega a más gente).
Lo peor,
lo más vergonzoso de todo es que en este nuevo método de exprimir el dinero de
los ludópatas e incluso de tentar y hacer caer en la ludopatía a pobres
ingenuos y desesperados que creen poder
encontrar la salida a sus deudas a través de estos engaños, en este
desvergonzado último golpe a las auténticas víctimas de la crisis ha decidido
participar el Estado Español respaldando estos repugnantes programas con la
etiqueta de “juego seguro” acompañada ni más ni menos que del escudo nacional y
los presentadores de estos “programas” repiten una y otra vez a boca llena que
esto es juego seguro aprobado por la Dirección General de Ordenación del Juego
(es un gran alivio saber que este dinero no va a parar a Megaupload, por
ejemplo…)
No es este el único indicio del temible desafuero que el gobierno
pretende cometer en su afán recaudatorio inducido y obligado por sus amos de la
UE, llegando a potenciar algo tan decadente y de “postguerra” como las apuestas
en carreras de caballos; solo les falta legalizar las peleas de perros y de
gallos. incluso humoristillos y tenistas se han dejado pagar para anunciar bingos y pokers "online". Claro que cuando una presentadora de un cierto canal que se dedica
mucho a la Economía Interna declara que Eurovegas será un “centro de ocio
familiar comparable a Portaventura” ya podemos
comprender como está la situación (¿alguien ha visto el episodio de Dos hombres y medio en que los hermanos
Harper planean un viaje a Las Vegas y cuando la exmujer de Alan lo descubre y
los pone a caldo por querer llevar a un niño de once años a un sitio como ese,
Charlie contesta que “ahora las vegas es una ciudad muy familiar…” y estallan
las risas enlatadas?...pues eso) y es que cuando todas las cadenas privadas desde La
Sexta a Intereconmia pasando por Antena 3 y Tele5, sin distinción de signo
político o tendencia social se han avenido a emitir este despreciable material -muchos de ellos de forma sincronizada, es
decir en varios de sus canales a la vez- esto significa algo.
Hace
unos días en un documental de La 2 tuve la oportunidad de ver y oír a los “pobres”
dirigentes de casinos de la costa francesa quejarse amargamente de haber tenido
que permitir la entrada de gente vestida de sport y …¡sin chaqueta! a las
“tragaperras” para poder continuar con su “benéfica” labor, pobrecitos.
Antes de la generación digital todos los grandes casinos fueron los responsables de multitud de suicidios (silenciados, claro) de la gente que se arruinaba en ellos en una sola noche.
Yo no soy fumador, sin embargo, como creo en la Libertad Verdadera, me sorprenden y hasta me indignan las prohibiciones, persecuciones y gravámenes, la estigmatización de que son víctimas los fumadores, mientras algo cien, mil, cien mil veces peor que el tabaco, la esclavitud del juego compulsivo que arruina personas, familias, y hasta países enteros, está siendo fomentado por el propio gobierno solo para tributar más y más a sus amos. Simplemente no se puede, no se debe consentir.
Las fotografías pertenecen a tres canales distintos y han sido tomadas directamente del televisor y editadas con la DSi.