Una noticia que, si bien fue emitida, desde luego, pasó curiosamente inadvertida, fue la prohibición -esta semana pasada- del gobierno ruso a los homosexuales de donar sangre. Sin embargo, últimamente, Rusia nos tiene acostumbrados a sorprendentes decisiones en todos los campos.
Hace unos meses, el conocido actor Gerard de Pardieu decidió, después de plantearse la nacionalidad belga, aceptar la oferta de 'nacionalidad + contratos cinematográficos' del gobierno ruso; el actor, resentido con el fisco de su Francia natal, ha definido el actual panorama político ruso como “un ejemplo de democracia”.
Hace unos meses, el conocido actor Gerard de Pardieu decidió, después de plantearse la nacionalidad belga, aceptar la oferta de 'nacionalidad + contratos cinematográficos' del gobierno ruso; el actor, resentido con el fisco de su Francia natal, ha definido el actual panorama político ruso como “un ejemplo de democracia”.
Y digo
yo ¿comparado con que? Si bien es cierto que comparado con un siglo de tiranía
comunista el actual gobierno ruso es “democrático” tampoco se puede decir que
las cosas vayan por muy buen camino.
A
finales del pasado año, se difundió por los medios que en Rusia se iban a
prohibir cualquier tipo de dibujos animados considerados (por el gobierno)
perniciosos. El caso es que no solo la animación que debiera ser claramente
para adultos como pueden ser American Guy, American Dad, The Cleeveland
Show o , si, los mismísimos Simpson
-por mucho que en nuestro país la animación norteamericana tenga patente de
corso- será vetada en Rusia. Lo extremista es que, en la lista, se incluyen
“dibujos que incitan a la violencia, como Tom
y Jerry”…si, si, todos sabemos que tanto en Tom y Jerry como en los cortos de la Warner Bros. las escopetas y
las hachas tienen una presencia constante,; a Tom le han rodajeado el rabo,
encendido cerillas entre los dedos y aporreado salvajemente; el Coyote del Correcaminos se despeña en cada
capítulo y en muchos acaba planchado, aplastado o volado por los aires y etc,
etc. Pero es que si te pones a buscar hasta en Casper puedes encontrar el
primer antecedente de “bulling” y en Calimero,
maltrato a un enfermo mental (está claro que el pobre Calimero sufría psicosis
maniaco-depresiva). Pero aun así me sigue pareciendo exagerado…¿ o no? Quizás
no para el caso concreto de Rusia, país donde, según fuentes (de información, no
Manuel Fuentes que ese no…bueno que me voy del tema) se quintuplica la tasa de
delincuencia de los EE.UU. ¿cinco veces más delincuencia que en los USA? eso es
mucha delincuencia
.
Desde
hace ya muchos años una gran parte de la culpabilidad de la violencia, es decir
uno de los culpables favoritos de populistas y mojigatos (sean del “signo” que
sean), de las crecientes actitudes violentas de jóvenes y hasta de niños han
sido los dibujos animados. Hemos podido comprobar como esta estúpida polémica
revierte en los mismos dibujos criticados. Tanto en los Simpson como en
Shin-chan, solo por poner dos ejemplos, uno americano y otro japonés, hemos
podido ver capítulos dedicados a las quejas que la propia serie ha provocado;
Mientras Marge se erige en estandarte de las marujas tocapelotas en contra de
“Rasca y Pica” vemos a Misae tremendamente preocupada al ver a su hijo copiar
las actitudes maleducadas de un Shin-chan de la tele. Es aquí donde encontramos
una buena respuesta. Los niños son muy inteligentes y se aburren pronto de
imitar tonterías. Shinosuke vuelve a imitar a Ultraheroe y todo sigue igual.
Y es
que, si bien es cierto que los dibujos pueden -y solo pueden- influir en la
actitud de los niños (y niñas, evidentemente) también influyen muchos otros
factores, desde las noticias, horrible aliño para la hora de las comidas, hasta
las circunstancias familiares, pasando por el patio del colegio.
Los
dibujos solo pueden, como cualquier otro programa televisivo, comic, revista o
hasta comentario, condicionar las actitudes infantiles o juveniles, si no hay
un adulto junto al niño que le explique los “porques”. En este caso son los
padres que no pueden o no quieren “perder el tiempo” acompañando a sus hijos
mientras ven sus dibujos los responsables de las futuras actitudes de estos.
Actitudes que luego se pretenden solucionar con una “Supernanny” o un “Hermano
Mayor”.
Creo
sinceramente, que un niño quedara más traumatizado si a la hora de cenar oye en
el telediario que en la India han violado a una escolar de siete años, que si
ve un capítulo de Bleach o -aunque personalmente me desagrade- South Park .
Parece
que es muy fácil echarle la culpa a cualquier programa, conseguir que lo
retiren y quedar como un padre/madre responsable y preocupado mientras después
contratamos a cualquier mercenario/a para que cuide de nuestros hijos.
No sé
si Rusia ha hecho una buena elección. No sé si otros países la secundaran. Pero
lo que si se es que esto difícilmente hará descender la delincuencia (mientras
si desciende la libertad), dado que -al menos en este caso- los principales
responsables son mafiosos y ex-militares de unas generaciones que no crecieron
viendo precisamente dibujos animados si no guerra, violencia, represión y
muerte a su alrededor.
Es
crecer en una sociedad, sea en guerra o en paz, que ha perdido cualquier
respeto por la vida y el sentido de la responsabilidad lo que provoca las
escaladas de violencia y no ver a Rasca y Pica, es decir, Tom y Jerry darse de
mazazos.
oportuno montaje que he encontrado por la red.
.
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