domingo, 10 de junio de 2012

Cine para el recuerdo: Tan lejos,Tan cerca (o: ¿Segundas partes nunca fueron buenas?


                              
   Segundas partes nunca fueron buenas; Eso dice el refrán, pero en algunos casos resulta totalmente falso; este es el caso del “film” El cielo sobre Berlín, una película francamente prescindible, ya que no es necesaria, ni siquiera para comprender la estupenda segunda parte: Tan lejos, Tan cerca, de obligada visión y revisiones (varias, pues siempre se le encuentra una nueva lectura) , recomiendo ver también los extras poniendo y escuchando con la máxima atención la triste pero relajante voz de su director, que de una a otra “ creció” sensiblemente.

        A destacar detalles como las conversaciones de los dos ángeles en lo alto del monumento.
   La actitud del actor, que aunque aveces puede parecer afectada y pueril, està muy en su lugar, ya que desconoce todas, las sensaciones de un cuerpo humano, y el curioso deseo de “sentir” que alienta.
          El diablo (disfrazado de un concepto mas ambiguo como "el Tiempo" y ya dice el dicho que el dinero y El Reloj los inventó el demonio...) aunque algo flojito està bien representado por un actor que aunque casi siempre secundario(Willem Dafoe), está más que consolidado.

        Peter Falk como ángel no toca pito en la película, però le da mucha enjundia y una Nastassja Kinski que aplica muy bien su ya habitual soseria.
    


  En fin, una buena película que hace pensar incluso mucho tiempo después de su visionado. Una buena muestra de cine europeo
    La primera parte, en mi humilde opinión es francamente prescindible.

                                                            El pensar es cosa vuestra
                                                                              Bye 2
                                                                                   
  La criticona. (Aka Mariconsegines)

Si la prima de Riesgo se dispara, que llore Riesgo por su prima.




En 1981 apareció en las librerías un título poco conocido y que se perdió enseguida entre el ,entonces exultante, panorama editorial que publicaba por entonces libros con tanta presencia, aun ahora, como “La conjura de los necios”  .

El libro en cuestión ostentaba el título poco sugerente de Megacorp, su autor, Jonathan Black podría haber sido “John Doe”, la editorial que lo publicó, Ultramar Editores hace tiempo que desapareció.
El libro trataba de un tema que en la España de los 80’s a duras penas se conocía. Las Corporaciones.
 En la intitulación figura la frase: “Una nueva clase de súper ricos, las Multinacionales. Los corsarios de hoy.”  En la contraportada, junto a la sinopsis del libro, figura una frase de Franklin D. Roosvelt (que encabeza el libro): “La concentración del poder económico en compañías que todo lo abarcan, equivale a que la empresa privada se convierte en una especie de gobierno particular que es, en si, una potencia.”

Verdaderamente no hace falta añadir mucho más. En 1981 este autor, prácticamente desconocido entonces y sobradamente olvidado ahora, lanzaba al mundo una alerta que no estábamos preparados para comprender… ¡y este autor hablaba solo de su país, de UN país, no de una Terrorífica y equívoca “Unión de países”-en la que si uno cae el efecto dominó arrastra a todos los demás- y que conlleva una, igualmente terrorífica y equívoca, Unión de Corporaciones!

¿Intentar escapar? Imposible, simplemente no lo consienten.

Gracias a esto ahora somos más súbditos que nunca y nuestros “representantes” tienen que ir a suplicar al “Gran Rey” que nos aplace las deudas, que nos preste dinero, que convenza a nuestros agresores de que nos permitan  ganarnos la vida sin que nos cueste la vida.  (hace poco he escuchado la gran frase “el futuro del campo español se decide en Bruselas”; como si allí les importase, lo mismo que el tema de la pesca)
Arrastrarnos, en definitiva, ante nuestros actuales grandes soberanos que ya no son el rey de aquí o el presidente de allá, si no los directores (¿o dictadores?) de las grandes bancas y los presidentes de las corporaciones y multinacionales.
Mientras, los que han servido bien a sus amos y señores sangrándonos, se retiran tranquilos con un buen sueldo vitalicio, al chalette que se han construido con las migajas que han recogido de la mesa en que sus Grandes Maestros nos devoran a nosotros; y después el que viene detrás, tan sirviente de los mismos amos como el anterior, quiere que todo esto lo volvamos a pagar nosotros.

También podríamos hablar del “estado dentro del estado” lugares que se logran con el suficiente dinero y donde se consigue la exención de las leyes que rigen para el propio país, como por ejemplo el proyecto “Eurovegas” que ya ha conseguido que le concedan por ley el saltarse la ley antitabaco, entre otras.
De todo esto nos advertía este autor a finales de los 70’s y principios de los 80’s…y Roosvelt bastante antes.
El libro, si…es, desde luego, una novela ¿Cómo podría ser de otra manera? El mismo autor escribió otras varias interesantes “novelas” sobre la corrupción - en sus muchas y distintas formas - de su gobierno y de las corporaciones multinacionales, los auténticos dirigentes. 
Curiosamente tuvo que venirse a escribir este libro a España…

Titulo: Megacorp
Autor: Jonathan Black (Aka. Bela von Block)
Editorial: Ultramar Editores S.A.
Nº de páginas: 512
1ª edición: Diciembre de 1981