domingo, 26 de marzo de 2017

La polémica eterna censura

Como pocos no sabrán, Dragon Ball ha regresado con mucha fuerza al panorama televisivo.

Después de muchos años intentando encontrarle sustituto y aprovechando su aniversario se fue haciendo un paulatino experimento de regreso, primero con el Kai, después con las películas y finalmente con la nueva serie Dragon Ball Super.

Sin embargo todo el manganime y concretamente D.B. siempre está rodeado por una gran polémica multitemática, como obligatoriamente lo están casi todas las grandes obras. Y uno de esos puntos ineludibles es la eterna censura.

Indeseable y absurda tanto más cuanto la serie cada vez es más políticamente correcta en todos sus aspectos.

Todo sea dicho, la censura nos viene -como ya no puede se de otra manera- a nivel europeo.

Pero el caso es que, habiéndose acabado de emitir el primer arco de la serie -que ocupa el contenido de la primera película aunque no lo copia totalmente- ya es hora de hacer una primera valoración.

Como todos los seguidores sabrán, la primicia de la emisión televisiva en abierto y en español, la ha tenido Boing, el canal infantil del grupo Mediaset.


Desde los primeros episodios, los fans detectaron algunos cortes en escenas de lucha en que se eliminaba el momento del impacto. El atacante va a propinar un golpe y de repente vemos a su rival salir despedido sin que hayan llegado a tocarle.

Esto me recuerda a aquella censura de otras épocas, aquella que decían nuestros padres y abuelos, que en el cine no se veía ningún beso. Los enamorados acercaban sus rostros, se acercaban, se acercaban y de repente...¡se separaban!

Según la mentalidad de Boing, si un niño se encuentra con una serpiente debe dejarse atacar por ella sin oponer resistencia. Esperemos que no piensen lo mismo de otro tipo de agresores infantiles.


Cuando algunos de esos fans enviaron sus quejas a Boing recibieron una respuesta evasiva típica de los canales televisivos. Algo como:  "Boing es un canal dirigido al público infantil y tiene que asegurarse de emitir contenidos adecuados para esa franja de edad".

Claro, eso es algo que puedo entender. Canal infantil, contenidos infantiles. De acuerdo, pero...

Si repasamos el funcionamiento de Boing  veremos que en primer lugar emiten su programación durante las 24 horas del día incluyendo las madrugadas. Siendo un canal de TDT y no emitiendo a nivel internacional me pregunto para quién emiten dibujos animados durante la noche. ¿es solo por no gastar en otros contenidos más adecuados para esas horas? (no me refiero a contenidos mal llamados "adultos" sino a una programación "menos infantil" como hace Clan, por ejemplo).

Emitir contenido infantil por la noche es una actitud absolutamente inadecuada para un canal infantil, el cual con eso puede propiciar incluso insomnio en los niños que quieran ver "ese episodio que se han perdido por ir al cole" o si casualmente se despiertan durante la madrugada y les da por ver que hay en la tele, como hace el mismo Shin-Chan.

Tengo sobrinos y se de lo que hablo.

Otro punto que debemos observar es que Boing ya emite Dragon Ball (y casi todas las series de animación  japonesa) fuera del horario protegido, pasadas las diez de la noche.

Con lo cual la excusa del "contenido infantil" empieza a quedar diluida.

Si además pensamos un poco veremos que emitir Dragon Ball conviertiéndolo por la fuerza - a fuerza de mutilación- en "contenido infantil" es como querer emitir una película de Rocky quitándole los puñetazos.

Vegeta siendo humillado por Bills (Ep.7) o impactando contra el suelo (Ep.8) son algunas censuras absurdas impuestas en la "versión occidental".

Por mucho que la serie haya evolucionado, no deja de ser una serie de lucha, lo cual, por desgracia, aún es confundido en muchos casos con violencia gratuita.

En definitiva  su idea de un canal infantil es algo como :

"Queremos ganar audiencia emitiendo el nombre de Dragon Ball pero destruyendo Dragon Ball"

"Queremos emitir contenido no infantil en horario protegido pero de forma que si parezca infantil"

"Queremos emitir contenido infantil en horario no infantil"

Y tiene el mismo sentido que declararse anti-taurino y por ello emitir las corridas de toros pero sin que se vean las banderillas.

Visto lo visto, es lógico que todos aquellos que intentamos desmentir la queja de los "profesionales"  que dicen no poder arriesgarse a traer nuevas series porque "todo el mundo las ve por internet y luego nadie lo hace por televisión", todos aquellos que seguimos sentándonos cada tarde delante del televisor para ver la serie a la hora que se emite y proporcionar la tan deseada audiencia, seamos cada vez menos. Porque nuestros esfuerzos caen en saco roto...o recortado.



Eriol.