viernes, 2 de septiembre de 2016

Regreso a los 80s...por un rato.

La ultima serie de Netflix está causando furor entre los "ochenteros" y es que por una vez -y sin que sirva de precedente- una televisión/productora norteamericana parece (y solo digo "parece") que ha hecho algo bueno. Cosa difícil de ver desde hace por lo menos veinte años.

La serie 'Stranger Things', hasta la fecha no se le ha dado título en castellano ("¿Sucesos extraños"?), es un claro "fanservice" (en el mejor de los sentidos) a todos aquellos que en la infancia y/o adolescencia disfrutamos de series y programas de misterio, intriga o terror en la década de los ochenta.



La acción se desarrolla precisamente en esa década y en una línea muy parecida a grandes clásicos de la época como Amazing Stories (Cuentos Asombrosos), Tales of the Unexpected,(Històries Imprevistes en Cataluña; desconozco si se llegó a emitir en otras comunidades), Tales from the Crypt (Historias desde la Cripta) -que en los 90 contó con una versión animada, Tales from the Cryptkeeper (Historias del guardián de la cripta /Contes del guardià de la cripta) de la productora canadiense Nelvana- o la serie de películas Creep Show cada una de las cuales contenía varias historias.



 Los carteles publicitarios de Stranger Things han sido ideados para que recuerden los de las series y películas de los 80 con los protagonistas retratados en lugar de fotografiados al estilo clásico de los carteles de Hollywood.



Muchas de estas series estaban basadas en la literatura "pulp" y el cine de "serie B"aunque contaron con directores de la talla de Spielberg o Wes Craven.

De hecho, muchos foreros y demás fauna internautica han querido ver en 'Strenger Things' guiños u homenajes a películas como Los Goonies o E.T.

A su vez, estas series de los ochenta, seguían la estela de las clásicas de los años 50/60's como  The outer Limits (Altres límits/Más allá del límite),The Twilight Zone (La dimensió desconeguda/Los límites de la realidad) o Alfred Hitchcock Presents / The Alfred Hitchcock Hour  (Alfred Hitchcock presenta/ L' hora d' Alfred Hitchcock)  y un buen número más, las cuales tuvieron sus consabidos "remakes" en los ochentas, noventas y dosmiles. Adaptaciones que, en la mayoría de casos, no gozaron del éxito de la original y es que el público actual es más de "snuff movies".





En 'Stranger Things' podemos ver a una espléndida Winona Ryder respondiendo llamadas en un telefono de disco (benditos aparatos que funcionaban durante un apagón), adolescentes sin móvil llamando desde una cabina y escuchando música en un radiocassete y la pandilla de niños yendo en bicicleta a su refugio secreto.
Nada de móviles, nada de "apptops" (un no-premio para quién sepa de lo que hablo y el que no lo quiera, pinche aquí) ni de tecnologías digitales.
Hablando de digitales, los efectos especiales de la serie son pocos y oportunos, evitando -con muy buen gusto- estropear la ambientación de la serie con retoques digitales. Si es que los han usado (casi imposible que no sea así dado que las mismas cámaras de vídeo son actualmente digitales) han sido realmente discretos, cosa que se agradece.
Hemos de entender que en una serie de ciencia-ficción sería raro no encontrar efectos especiales. Lo que quiero decir es que siendo digitales no se diferencian en mucho de los que podíamos ver en los 80's en las series ya mencionadas.
Incluso un filtro le pusieron a la cámara para que resultara más "vintage".

No es que no podamos reencontrarnos con estas cosas cada vez que revisamos una película de la época; También están las series que -normalmente en forma de burla/parodia como Los 80 o Cuéntame nos transportan a un pasado ridiculizado o expuesto como casposo.

Lo bueno de 'Stranger Things' es que simplemente nos transporta a aquella época y los supuestos sucesos que ocurrieron, con todo lo que los ochenta (estadounidenses) tenían de bueno y de malo.



















La armas de los niños americanos de los ochenta: Bicicleta, gorra..¡ y periódicos!


En su contra se puede decir que la serie está llena de toda clase de estereotipos y clichés propios -y atemporales- de las series americanas, tanto raciales como argumentales; la diferencia es que cuando veíamos estas series en los 80s estos clichés todavía no lo parecían. No estaban tan gastados.

Muy corta para los que estábamos acostumbrados a que una "temporada" televisiva cubriera todo un curso lectivo, se han producido hasta ahora ocho capítulos (cosa que parece bastante habitual en las series y programas estadounidenses de los últimos años sujetos a "cancelación" si no facturan lo suficiente) y, aunque Netflix a anunciado nueva temporada en breve (incluso dicen que se ha arriesgado a insinuar ya una tercera), esta no será una continuación de la primera.

Como nota humorística cabe destacar el trio policial al más puro estilo Jefe Wiggum, Eddie & Lou. aunque los de  Hawkings, Indiana, son más competentes y David Harbour está en mejor forma que Wiggum.



No se si el "guiño" está hecho expresamente pero sea como sea es oportuno, quizás porque Los Simpson (y su planteamiento general) también son un producto de los ochenta del cual muchos dicen que se ha quedado "ñoño" en comparación con American Dad o American Guy.



La trama de esta serie -que parece ser que en un principio estaba destinada  a titularse "Montauk" -tiene una gran relación con el llamado "Proyecto Montauk" ligado a su vez al conocido "Proyecto Philadelphia" y al "MK Ultra" situándolo todo, claro está, en el terreno de la ciencia-ficción y el fanta-terror.

En definitiva, 'Stranger Things' es una serie bien hecha y muy recomendable, que este verano nos ha transportado por un rato a aquellos veranos de bocadillo y bicicleta en  los años en que vimos nacer a He-Man y a los Transformers y en que el día era una aventura de la mañana a la noche.


Adel22

jueves, 1 de septiembre de 2016

Cuando un gran actor se va...

algo se muere en el alma, parafraseando la conocida sevillana que le canta al amigo perdido la cual dice también que "va dejando una huella que no se puede borrar"

Así es con el actor Gene Wilder que se nos ha ido este mes de Agosto a los 83 años.

Aunque su faceta más conocida es la de humorista con grandes cintas cuyos títulos quedarán en la memoria de todos como El Jovencito Frankenstein, El rabino y el pistolero No me chilles que no te veo, y la menos conocida es la de guionista/productor/director (muchas de las películas que protagonizó las dirigió y guionizó él mismo como La mujer de rojo ) sus mayores éxitos -en mi opinión- los logró precisamente cuando se ponía "serio" , cosa difícil para un cómico nato como él.



El expreso de ChicagoAsesinato en Stamford son una buena muestra de lo que Gene Wilder podía hacer cuando no pretendía hacer reír, cosa que de una manera  u otra siempre hacía.

Pero el caso es que de entre todas sus películas hay una que muestra su especial talento para pasar de la comedia a la melancolía (imposible hablar de drama) y es que, cuando a las nuevas generaciones se les habla de Willy Wonka es dificil que imaginen a otro que no sea al histriónico Deep. Sin embargo, tres décadas antes que este, Wilder interpretó a este primo-hermano del Sombrerero Loco en la película que en España se conoció como "Un mundo de fantasía" antes de que aquí se popularizara la obra de Roald Dahl.


Su imagen en esta película es bien conocida, incluso por los que no la han visto, ya que es una de las favoritas a la hora de hacer "memes".

El Willy Wonka de Wilder es todo lo que Willy Wonka debía ser.
Su locura melancólica, mucho más creíble, aunque menos impactante que el traumático y traumatizado protagonista del "remake", nos hace pasar, sin casi solución de continuidad, de un humor cándido y expectante, a la añoranza de la infancia perdida con su "Pure Imagination".
No nos ha de extrañar oyéndole cantar que tanto al principio como al final de su carrera pasara por Broadway participando en diferentes musicales teatrales.

Curioso galán que a pesar de no ser el guapo de la película, siempre se llevaba a la chica.

Es un poco tópico decir que siempre nos quedarán sus películas y que será inmortal en el recuerdo de todos aquellos que reímos y lloramos y nos emocionamos con su interpretación que, junto al ya desaparecido Richard Pryor, marcó toda una época, más aún, un género, dentro del "cine familiar" de los 80, no sin destacar que su carrera se dilató desde los años 60 hasta los 90 de forma casi ininterrumpida.

Sin embargo ¿qué no és tópico a la hora de despedirnos?

Si bien es cierto que todo el que abandona este plano, deja un vacío, tampoco es menos cierto que los actores nos dejan toda su carrera, la cual, a diferencia del ámbito personal, podemos compartir universalmente, pues son universalmente conocidos.

Cuando un gran actor se va..., parafraseando esta vez a Alberto Cortez quién también le ha cantado al amigo perdido, "una estrella se ha perdido. la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido"...





Adel22