viernes, 24 de julio de 2015

La cabra sobre el taburete.

No es ninguna novedad que los "Talent Shows" vuelven a estar de moda; Tampoco lo es que todos ellos acaben teniendo su correspondiente versión infantil, y es que si hay algo que dé más audiencia que ver llorar a los adultos es hacer llorar a los niños.
Tu cara me suena, La Voz, Master chef...cualquier temática es buena excusa para poner a los más pequeños a trabajar sin que se note.
Sin embargo es Boing quien esta temporada se lleva el no-premio, por su nuevo programa "Selfie show" donde los niños deben enviar sus vídeos demostrando que son los mejores...¿en que? pues como dicen los americanos en ser "el más popular del instituto".
Así al pronto puede parecer que esto no es tan malo, "es solo un concurso"... sin embargo de esas pautas nace después el "soy mejor que tu" que sin la educación necesaria puede acabar llevando al acoso escolar, una plaga tan mala y extendida como la violencia de género -y en muchos casos compañera suya- solo que menos publicitada.

Dejando a un lado que la misma palabra "selfie" hace actualmente referencia a una practica que lleva directamente al teléfono móvil y las redes sociales, cosas que debieran ser completamente ajenas a la infancia, como lo aseguran los expertos, el concurso en cuestión invita a las niñas y niños a exhibir sus talentos, los cuales rara vez son culturales.
Cantar y bailar son, por lo general, las actuaciones más exhibidas.

Según la página de Mediaset "el espacio parte de una mecánica sencilla: querer compartir las habilidades personales con el resto de espectadores, grabarlo en vídeo y pedir a sus padres que la suban a la web del programa"
Curioso. Los niños son demasiado pequeños para subirlo ellos mismos a la web, claro....pero no para exhibirse en ella. Todo muy coherente.

Claro está que con esto pretenden decirnos que la participación debe ser con el conocimiento y permiso de los adultos responsables pero es que, en mi opinión, si un adulto lo permite demuestra ser muy poco responsable.

Incluso en los EE.UU. han prohibido los concursos de "pequeñas misses" en la mayoría de estados.


Stewe (Family Guy) disfrazado en un concurso americano de Little Miss...¿Wichita?


Otra de las caras deleznables de estos programas es lo que podríamos llamar "el juez malóte". Cuando aquí hizo su aparición el gran Risto, en la fase "telecinquera" de OT allá por el 2006 ademas de formarse bastante polémica, pareció  una cosa natural y propia de la personalidad de este caballero, actitud que además empezó a caer en gracia e incluso a ser justificada, diciendo algunos que ya era hora de que no hubieran solo jueces blanditos.
Sin embargo todo esto, como siempre resultó que no era sino otro estereotipo venido de los EUA. La mala educación, el insulto gratuito, la ofensa fácil, la humillación pública ¿de donde podían venir si no?
Quizás por esto y después de dejarlo descansar una temporada en un cómodo "chester" lo han enviado al "rincón de pensar"...
(Nota 02-XI-2015: Curiosamente, una semana después de publicarse este "post", el programa pasó a llamarse tan solo El Rincón, quizás para que sonara más a un asalto de boxeo que no a que han castigado al niño)


Moe también ejerció de "juez malote" .


Los niños (uso el común masculino genérico, pero me refiero a ambos sexos) deben disfrutar de los espectáculos adecuados a su edad, no formar parte de ellos y la mala educación debe ser algo a corregir y no un ejemplo a seguir.

En muchos casos la censura televisiva, sobretodo en el anime se ha escudado en el lamento ya famoso de la Sra. Lovejoy "¿ Y los niños? ¡¿Es que nadie piensa en los niños?!". Lamento que en muchos casos está basado en la hipocresía de lo políticamente correcto y no en autentica preocupación por la infancia, como se demuestra cada vez que las televisiones, al perder audiencia, tiran del espectáculo infantil.


A del 22

2 comentarios:

ED1 dijo...

Totalment d'acord amb la teva reflexió (m'ha fet molta gràcia la teva subtil crítica a en Risto xD), però "malotismes" de banda crec que com tu dius, s'hauria de veure a les generacions més joves com el que son i no com un mecanisme al qual recórrer per aconseguir audiència quan tota la resta de fórmules fallen (o el realitzador de torn no s'ha volgut trencar massa el cap per buscar-ne cap de millor i de més ètica). També és cert que part de la culpa de que cada vegada els més petits comencin a utilitzar les noves tecnologies (en aquest cas, internet i xarxes socials) és en part tant culpa de la societat com dels pares amb massa coses al cap com per vigilar i educar millor als seus fills... Tot i que arribats al punt de ser escollits per sortir a la tele i guanyar uns dinerons gràcies a ells, son els primers en donar el seu vistiplau a aquesta pràctica tan poc ortodoxa la qual com sempre has triat molt bé les paraules per desenvolupar-ne aquesta crítica. Bona feina!

A del 22 dijo...

Ben cert. les noves tecnologies tenen la capacitat de modificar els mecanismes del cervell. Ningú n'hauria d'abusar, però els nens encara menys i aquesta es una responsabilitat que els adults no hauríem de defugir.
Moltes gracies per els teus comentaris, sempre tan complerts!